viernes, 16 de diciembre de 2011

Repostería creativa: Con las manos en el FONDANT

Siempre me he considerada una completa torpe para las manualidades, jamás he tenido habilidad con las manos y todo lo que ha caído en ellas ha acabado mal. Y la repostería siempre se me ha resistido por la falta de paciencia sobre todo, así que si no era capaz de que me saliera un bizcocho en condiciones, el día que conocí lo que era una tarta decorada con fondant automáticamente me dije "ni lo intento".

Y no lo he intentado, al menos por mi cuenta, quizás porque el primer conocimiento que he tenido del fondant es es el fabricado en casa con nubes de azúcar, y visualicé en mi cabeza las nubes quemándose en el microondas y la masa pegándose en todas partes. Pero he sentido envidia hacia todas esas mamis hacendosas y habilidosas que preparan tartas preciosas para los cumples de sus peques, y con envidia sana he querido ser como ellas.

Hace un par de meses me enteré de que en mi ciudad había una tal Esmeraldita que hace tartas con fondant, mi sorpresa fue que nos conocemos hace muchísimos años y contacté con ella por facebook, y para mi alegría vi que organizaba cursos, así que no dudé en apuntarme al de decoración de tartas con fondant.

Si bien reconozco que soy torpe, también he de decir en mi defensa que soy una alumna muy aplicada, y que con una buena maestra procuro aprender y retener todo lo posible. Me lo pasé genial en el curso, pero lo más importante es que salí de allí no solo con una tarta preciosa, sino con la seguridad de saber que no es tan difícil y que, con práctica, puedo conseguirlo.

En el curso hemos aprendido la teoría de los mejores bizcochos y rellenos para las tartas, pues Esmeralda ya lo tenía todo horneado y preparado para no perder tiempo, y en la práctica aprendimos a trabajar, teñir y modelar el fondant para cubrir y decorar las tartas. Es un trabajo laborioso y entretenido, pero el resultado es tan gratificante que vale la pena invertir el tiempo en hacerlo.

Todas modelamos ositos, pero luego cada una se inventó una historia... yo aproveché que unos días antes mi marido y yo celebrábamos 11 años desde que empezamos a salir, así que mis ositos se convirtieron en un par de osos enamorados, en una pradera rodeada de flores y mariposas...

Photobucket

Los ositos al detalle, y la tarta al corte, un delicioso bizcocho de brownie de chocolate negro relleno de ganaché de chocolate...

Photobucket

La tarta por su puesto fue degustada y comida con mucho gusto, y estoy deseando animarme a hacer algo con fondant yo solita. Ya tengo casi todas las herramientas e ingredientes necesarios en mi casa, y estas época navideña es una excusa ideal para animarse, así que espero hacer algo curioso para nochebuena y sorprender a mi gente, que no conocen este tipo de repostería.

Solo espero que no me salga un churro...


2 comentarios:

  1. Siempre puedes comprar fondant hecho, incluso creo que existe alguno con sabor a nubes, pero como he estado mirando tantas cosas, quizás lo de sabor a nubes sea otra cosa...jajaja

    ResponderEliminar
  2. Seguro que te sale fenomenal, vaya pedazo primera tarta que hiciste!

    ResponderEliminar